miércoles, 8 de julio de 2009

Pero Necesito Probarlo…


¿Cuántas veces has escuchado decir a un prospecto: “Primero tengo que probarlo (Refiriéndonos al producto) para asegurarme de que funciona para mi”?

Es gracioso como los prospectos tienden a decir que están en su derecho de saberlo cuando realmente están en el momento de tomar una decisión, ¡Así es!

Lo que queremos decir es que tú estás listo para darles la información y patrocinarlos, cuando repentinamente tus prospectos atascan los “Frenos de aire” y se detienen con un “Tengo que probarlo primero…”

Bien… si tú los desafías, típicamente responden algo así: “Bueno… usted no esperará que promueva algo en lo cual no creo ni he probado, ¿Verdad?”

¿Qué crees que digan la mayoría de los distribuidores cuando les dicen eso?

Respuesta: “¡Oh No!, por supuesto que no…”

¡Respuesta Equivocada!

La verdad sobre decir… “Tengo que probarlo primero…” es comúnmente sólo una excusa para no tomar acción. Es más, las personas están tan pre-programadas con una “Mentalidad de que tengo que probarlo primero” que muchas veces ni siquiera son conscientes de ello.

Entonces… ¿Los prospectos tienen realmente que “probar nuestros productos primero”?

Piénsalo.

¿Los hombres que venden zapatos para mujeres “Tienen que probarlo primero” para ver si creen lo suficiente en ellos mismos como para venderles sus zapatos a sus indecisas clientas?

¿Y qué hay acerca de los vendedores de equipos médicos o de los visitadores médicos que ofrecen los nuevos medicamentos? ¿Tienen que “Probar” el equipo de urgencias o los medicamentos antes de que se puedan “Sentirse Bien” y entonces puedan promocionar sus productos?

¡Obviamente que NO!

El punto es… que si tu compañía comercializa un producto que beneficia a mucha gente allá afuera, entonces sí “TU” o cualquier prospecto específico experimenta personalmente resultados… serán irrelevantes.

¡Permítenos Explicarte!

¡Sí!… todos queremos que sea un “Brillante Testimonio” pero no siempre sucederá de esa forma. A veces un beneficio no podrá sentirse hasta que pasen unos días o semanas. Para algunos no puede ser evidente hasta que se “muestra” una mejora en un análisis médico.

Lo que es más, si no ven ellos un resultado personal, pero cambian la vida de 3 de sus más cercanos amigos, familiares o conocidos a quienes se les proporcionó el producto, ¿Tú creerías que ellos podrían ser capaces de “Sentirse Bien” sobre la promoción de los productos?

¡Por supuesto que lo serían!

Por eso mismo, la experiencia personal de estas personas sobre sus propios resultados es irrelevante.

¡Escucha! Si ya está beneficiando tu producto a mucha gente allá afuera, entonces la creencia de tu prospecto no tiene que venir de la “Experiencia Personal”. Ellos pueden pedir “Prestada” la creencia de otras personas, junto con los HECHOS y la INVESTIGACIÓN que ya existen sobre el producto.

Y de esta manera posicionar tu valor agregado como marca personal que disipe cualquier incertidumbre para tomar la decisión correcta hacia tu producto o negocio.

Dales información solida en sus manos, y recoge una decisión. Cuando tus prospectos te digan: “Bueno… En primer lugar tengo que probar…” comparte con ellos algunos de los conceptos que se muestran en los párrafos anteriores y entonces patrocinarás a más personas que en ningún otro momento.

Sinceramente,

Rubén García.
Víctor Omar García.

Fundadores de Marketing & Multinivel Estratégico®.

www.MultinivelEstrategico.com

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